“La IA y su versión generativa han cambiado el propósito de la nube híbrida”

El aumento de los costes de la nube, la evolución del panorama normativo y de seguridad (como el relativo a la soberanía digital o DORA) y las limitadas habilidades en las operaciones en la nube son algunos de los retos citados por los directivos. Cuando analizamos las razones por las que los líderes de TI buscan utilizar una nube privada, las mayores preocupaciones son, en primer lugar, el cumplimiento normativo y, en segundo lugar, los requisitos de soberanía de datos. Después de eso, buscan disfrutar de las mismas funcionalidades y facilidad de operación e implementación con capacidades integradas de automatización y orquestación de una nube pública.
La seguridad de la infraestructura en la nube pública no parece ser un problema, ya que las organizaciones consideran que la seguridad de última generación en la nube pública es más resistente, pero otros aspectos de la gobernanza, como la residencia de datos, el cumplimiento y los requisitos geopolíticos, hacen que la seguridad sea tanto un impulsor como un inhibidor de la nube pública. Más allá de eso, a las organizaciones les preocupan los costes de salida y el desperdicio de la nube y la infrautilización de recursos.
Las empresas reconocen el valor de la nube pública para la innovación, pero aún necesitan ver pruebas de que se han establecido controles y equilibrios en lo que respecta a la privacidad y la soberanía de los datos, así como a la rentabilidad.